Calzado Deportivo: Todo lo que necesitas saber antes de comprar

Si estás buscando un par de calzado deportivo, seguro te has preguntado cuál es la mejor opción para ti. No hay una respuesta única, porque depende del deporte que practiques, tu tipo de pie y hasta tu estilo personal. Aquí te dejo los puntos clave que debes revisar antes de hacer clic en “añadir al carrito”.

Cómo escoger el calzado adecuado

Primero, piensa en la actividad principal: ¿correrás maratones, jugarás fútbol o simplemente harás ejercicio en el gimnasio? Cada disciplina exige una amortiguación y soporte diferentes. Para correr largas distancias, busca zapatillas con buena absorción de impactos y suela flexible; para deportes de pivote como baloncesto o tenis, la estabilidad lateral es esencial.

Otro factor es la forma de tu pie. Si tienes arco alto, opta por modelos que ofrezcan mayor reborde y soporte. En caso de pronación (pie que gira hacia adentro), elige calzado con control de movimiento. La mejor manera de saberlo es probarte varios pares en una tienda física o usar plantillas de medición online.El peso del zapato también importa. Los modelos ultraligeros son ideales para carreras rápidas, pero pueden carecer de la durabilidad necesaria para entrenamientos intensos. Si buscas un equilibrio entre ligereza y resistencia, busca zapatillas con malla transpirable y una suela de goma reforzada.

Cuidado y mantenimiento

Una vez que tengas tu nuevo par, no lo descuides. Limpiar el calzado después de cada uso prolonga la vida útil: quita el polvo con un cepillo suave y lava a mano con agua tibia y jabón neutro. Evita meterlos en la lavadora; el calor puede deformar la entresuela.

Guarda tus zapatillas en un lugar seco y ventilado. No las dejes dentro del coche bajo el sol, ya que el calor rompe los materiales sintéticos. Si notas que la suela está desgastada, considera cambiar solo esa parte (si el modelo lo permite) antes de comprar otro par completo.

Finalmente, reemplaza tu calzado deportivo cada 500-800 kilómetros o cuando sientas que ya no amortiguan como antes. Un zapato viejo puede provocar lesiones y arruinar tus entrenamientos.

En resumen, elige según la actividad, conoce tu tipo de pie y mantén tus zapatillas limpias y secas. Con estos consejos estarás listo para dar lo mejor en cada paso y evitar sorpresas desagradables. ¡A correr, saltar o entrenar con confianza!