Impactante lesión de Jayson Tatum cambia el paisaje de la NBA y de los Celtics
La noche que podía confirmar a los Boston Celtics como claros favoritos en los Playoffs fue, en cuestión de segundos, un drama absoluto. Jayson Tatum, su máximo referente, cayó al suelo en el último cuarto del partido contra los New York Knicks y, en ese mismo instante, medio estadio contuvo la respiración. Sin contacto alguno de un rival, Tatum avanzó con decisión, pero de inmediato se llevó las manos al tobillo derecho con una mueca de dolor imposible de ocultar.
El silencio heló el TD Garden. Tatum intentó apoyarse pero no pudo: necesitó ayuda para salir de la pista y, lo más inquietante, fue trasladado directamente en silla de ruedas al vestuario. El brillo de sus 42 puntos, hasta ese momento, quedó a la sombra de la preocupación generalizada. Las imágenes dieron la vuelta al mundo: compañeros, cuerpo técnico y hasta directivos acudieron presurosos a ver cómo estaba la estrella, mientras los aficionados observaban atónitos.
Un diagnóstico preocupante y un futuro incierto
La primera impresión de médicos y especialistas, como el doctor Phil Lahey de Worcester County Orthopedics, apuntó a lo que nadie quería oír: posible lesión del tendón de Aquiles. Hablamos de una de las peores noticias para cualquier deportista, especialmente para quienes dependen explosivamente de sus piernas como Tatum. Las lesiones de Aquiles suelen producirse en acciones sin contacto, y los detalles del incidente encajan con ese patrón. El doctor Lahey no dudó en calificar la situación: si se confirma la rotura, el alero de Boston podría perderse el resto de temporada y, con mucha probabilidad, parte de la siguiente.
El impacto trasciende lo estrictamente deportivo. Los Celtics, líderes indiscutibles durante la serie y con aspiraciones de título, tendrán que reinventarse sin su jugador franquicia. Tatum lideraba en puntos, rebotes y carisma, y su ausencia abre interrogantes sobre el rendimiento del equipo en los futuros partidos ante los Knicks y, si avanzan, en las próximas rondas.
La reacción no se hizo esperar. Desde exjugadores como Paul Pierce y Kevin Garnett en redes sociales, hasta cientos de seguidores que abarrotaron foros y chats para lanzar mensajes de apoyo. Muchos recuerdan casos anteriores: Kevin Durant, Kobe Bryant, o incluso Klay Thompson, todos marcaron un antes y un después en sus carreras tras una lesión así. El miedo compartido es el mismo: ¿cómo volverá Tatum?
A eso se le suma la preocupación emocional. El propio jugador se mostró visiblemente afectado, rompiendo el hielo habitual de distancia y mostrando lágrimas delante de las cámaras. Son gestos que humanizan a la estrella y que activan la empatía generalizada del mundo NBA, superando rivalidades y colores.
Por ahora, la franquicia mantiene el hermetismo y pide prudencia mientras esperan los resultados definitivos de las pruebas médicas. Pero la sensación es clara: el escenario ha cambiado para Boston y para toda la liga. El futuro inmediato de los Playoffs está en el aire y todo gira alrededor del estado físico y anímico de Jayson Tatum.
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