Enel prepara cortes de luz programados en la Región Metropolitana
La noticia no deja indiferente a nadie: Enel, la principal distribuidora eléctrica del país, comunicó que ejecutará cortes de luz programados de hasta siete horas en varias comunas de la Región Metropolitana. ¿El objetivo? Renovar y robustecer la infraestructura para evitar futuras fallas. Aunque no se han revelado aún los puntos exactos ni las fechas, la empresa aseguró que las áreas afectadas serán avisadas con días de anticipación para que puedan prepararse.
No es un simple trámite; la decisión llega después de meses complicados para el suministro, marcados por los apagones de agosto de 2024 y el masivo blackout nacional de febrero de 2025. Con ese historial, Enel busca adelantarse a los problemas antes de que otra emergencia sorprenda tanto a comerciantes como a familias completas.
¿Por qué cortan y quién responde?
Las interrupciones se deben a trabajos de mantención y modernización en redes eléctricas envejecidas o sobrecargadas. No es casual que se programen en barrios específicos, donde la red mostró más vulnerabilidad durante las últimas tormentas. El sistema, según Enel, sufre en invierno: ramas caídas, sobreconsumo y material antiguo juegan en contra. Por eso, los cortes se concentran justo donde la falla podría provocar un apagón espontáneo mucho más difícil de manejar.
Los clientes ya conocen el trámite: la distribuidora suele informar a través de su web, redes sociales y en coordinación con los municipios. A diferencia de los apagones sorpresivos, en estos casos se puede anticipar —o al menos, saber a qué hora encender velas—. Enel insiste en que la planificación permite reducir molestias y concentrar los trabajos en horarios de menor consumo.
Hay que mencionar también el tema de los derechos de los usuarios. Si el corte supera el tiempo informado o la reposición no llega cuando debe, entra en juego el marco de protección al consumidor. Por episodios anteriores, compensación automática para quienes sufran cortes prolongados dejó de ser una promesa vacía: SERNAC y la empresa ajustaron acuerdos que permiten a los usuarios reclamar y recibir bonificaciones en sus boletas, sin tanto papeleo.
- Las mantenciones apuntan a potenciar el tendido eléctrico para prevenir apagones espontáneos.
- La información detallada —fechas y sectores— se publica antes en canales oficiales de Enel y municipios afectados.
- Usuarios tienen derecho a reclamar y exigir compensaciones si el suministro tarda más de lo anunciado en volver.
¿El trasfondo? El sistema eléctrico de Santiago debe enfrentar el crecimiento urbano, la mayor demanda y las exigencias técnicas de la red. Ninguna acción es gratuita, pero la meta es clara: menos emergencias y más planificación para un suministro estable.
José Campusano
mayo 1, 2025 AT 05:28Constanza Carrazco
mayo 2, 2025 AT 16:29Cristopher Andrés Aravena Núñez
mayo 3, 2025 AT 01:55Javiera Saavedra Nazer
mayo 4, 2025 AT 22:10Aracely Veloso Barria
mayo 6, 2025 AT 04:32La compensación por cortes prolongados es un avance real, y SERNAC ha hecho un buen trabajo en ese sentido. No se trata de protestar, sino de exigir con responsabilidad.
Las comunas con redes antiguas merecen atención prioritaria, y es positivo que se enfoquen en esos puntos críticos.
Es cierto que el crecimiento urbano exige más del sistema, y que los inviernos extremos lo someten a presión. No es culpa de nadie, pero sí responsabilidad de todos.
Las empresas deben ser transparentes, y los usuarios, informados. No se trata de miedo, sino de preparación.
Los cortes programados son una forma ética de manejar el riesgo. Preferible a un apagón masivo que deje sin luz a miles sin aviso.
Siempre es mejor tener una hora de anticipación que una noche sin energía y sin saber por qué.
La modernización no es un lujo, es una necesidad. Y aunque duela, es el precio de un sistema más seguro para las próximas generaciones.
La paciencia y la cooperación son virtudes en momentos como este. No hay que glorificar el caos, sino construir la estabilidad.
Los que critican sin proponer soluciones, no ayudan. Los que se preparan, sí.
Esto no es un castigo. Es un paso necesario. Y merece respeto, no resentimiento.